Te quedaste con la boca húmeda, las letras intentaron salir cargadas de saliba pero el paso directo de la lengua a los labios no les permitió seguir.
La M pensó que si lograba meterse entre las muelas y pasar de diente en diente hasta llegar a los caninos, en el menor movimiento de los labios, podría salir. La M pensó y pensó, pero no tuvo el valor de hacer público su plan por pena a no hacerlo funcionar.
La E, sin embargo, pensó lo mismo pero si lo hizo saber a las demás, la E sabía que el tiempo se agotaba y que si no buscaba la forma de salir quedaría atrapada de por vida en la humedad y la oscuridad del estómago.
La E llegó con vida a los caninos, con una seña pre-establecida hizo seguir a la G, ésta se ubicó en los incisivos, por cuestiones de seguridad.
La U quería ser la última, pero no se podía, o pasaba ya o se quedaba a hacerle compañía al estómago.
Pasó la U seguida de la primera S, para ella fue más fácil la cruzada, su cuerpo le permitió acomodarse a cada diente para no ser notada por los labios.
La T casi es sorprendida en los premolares, todas quedaron en silencio y casi sin respirar... Un suspiro largo en coro, la T pudo avanzar sin más problemas.
La A estaba que se llegaba a los caninos y de un carrrerón lo hizo. La última S la seguió y como la primera no tuvo ningun problema.
Todo estaba casi listo, sólo faltaba la M, asustada y camuflada en el blanco de los dientes se negaba a salir, el resto de las letras sabían que sin ella nunca podrían salir, que todo su plan se vendría al piso y sin más morirían en el intento.
La E era la más preocupada, no sólo porque su plan no daría resultado sino porque sin la M ella no era nada.
El tiempo se agotaba, ni un rayo de luz pasaba entre los labios y la M nada que quería salir.
La E desidió volver por ella, ir hasta las muelas y sacarla de ahí aunque fuera de las patas. La M no dejaba de temblar,entre empujodes de la E a la M pasaron los premolares, los caninos y por fin los incisivos.
Ahora sólo restaba esperar que los labios se abrieran para salir disparadas de un sólo golpe.
-Listas ¿?
-Listas ¡!
pasó un buen rato y nada, la saliba que cruzaba por la garganta era lo único que se escuchaba.
. . .
Te quedaste con la boca húmeda, las letras intentaron salir y tú...